quarta-feira, 19 de janeiro de 2011

Santa Gemma Galgani: Padroeira dos farmacêuticos.

"Gema Galgani nació el 12 de marzo de 1878 en Camigliano, una aldea cerca de Lucca, en Italia. Gema es la palabra italiana para “gema”, piedra preciosa. Su padre era un farmacéutico próspero y su madre era también de noble linaje. Los Galgani eran católicos y fueron bendecidos con ocho hijos. Gema, la cuarta hija y la primera niña de la familia, desarrolló una atracción irresistible hacia la oración cuando era aún muy joven. Esto fue resultado de su piadosa madre, quien enseñó a Gema las verdades de la fe católica romana.La madre infundió especialmente en el alma preciosa de su hija el amor a Cristo crucificado.

La joven santa se aplicó con celo a la devoción. Cuanto Gema tenía sólo cinco años, leía los Oficios de Nuestra Señora tan fácil y rápidamente como si fuera una persona mayor.

Cuando la madre de Sta. Gema tenía que realizar sus quehaceres diarios de ama de casa, la pequeña Gema tiraría de la falda de su madre y diría: “Mamá, dime un poco más sobre Jesús”.

Desgraciadamente, la madre de Gema murió pronto. El día en que Gema recibió el sacramento de la confirmación, mientras ardientemente rezaba en la misa para que su madre recobrara la salud (la Sra. Galgani estaba gravemente enferma), escuchó una voz inconfundible dentro de su corazón que decía: “¿Me darás a tu mamá?”. “Sí”, respondió Gema a la voz, “pero con tal de que tú me lleves también”. “No”, replicó la voz, “dame a tu madre sin reservas. Por el momento tú tienes que permanecer con tu padre. Yo te llevaré al cielo más tarde”. Gema simplemente respondió “sí”. Este “sí” iba a ser repetido a través de toda la corta vida de Sta. Gema en respuesta a la invitación de Nuestro Señor a sufrir por Él.
Siguiendo la muerte de su amada madre, Gema fue enviada por su padre a un internado católico en Lucca, regentado por las Hermanas de Sta. Zita.
Reflexionando sobre sus días de escuela más tarde diría: “Comencé a ir a la escuela de las hermanas; estaba en el paraíso”.
Destacó en francés, aritmética y música y, en 1893, ganó el gran Premio de Oro por su conocimiento religioso. Uno de sus maestros en la escuela lo resumió muy bien al decir: “Ella (Gema) era el alma de la escuela”.
Gema había estado preparándose arduamente para su Primera Comunión. Ella acostumbraba a suplicar: “Denme a Jesús... y verán qué buena seré. Tendré un gran cambio. Nunca más cometeré un pecado. Dénmelo. Lo anhelo tanto, no puedo vivir sin Él”.
A Gema se le permitió recibir la Primera Comunión a los nueve años de edad, la cual era una edad más temprana que la usual. Con el permiso de su padre fue a un convento durante diez días para prepararse intensivamente para este solemne evento.

El gran día de Gema finalmente llegó el 20 de junio de 1887, en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

En sus propias palabras ella describió su primer encuentro íntimo con Cristo en Sagrado Sacramento de este modo:

“Es imposible explicar lo que entonces pasó entre Jesús y yo. Él se hizo sentir ¡tan fuertemente en mi alma!”

Erico Galgani
El siguiente incidente mayor en la vida de Sta. Gema fue cuando su padre murió en 1897. Como resultado de su gran generosidad, de la falta de escrúpulos de sus contactos en negocios y de sus acredores, sus hijos se quedaron sin nada, y no tenían siquiera los medios para mantenerse. Gema tenía sólo diecinueve años, pero tenía ya una experiencia mayor en cargar la cruz.

Gema pronto comenzó a enfermar. Se le desarrolló una curvatura en la columna vertebral. Le dio también una meningitis dejándola con una pérdida de oído temporal. Largos absesos se le formaron en la cabeza, el pelo se le cayó, y finalmente las extremidades se le paralizaron. Un doctor fue llamado y trató muchos remedios, los cuales fallaron todos. Sólo se puso peor.
Gema comenzó entonces su devoción al Venerable Gabriel Possenti de la Madre de los Afligidos (ahora San Gabriel) . En su lecho de dolor ella leyó la historia de su vida. Más tarde ella escribió acerca del Venerable Gabriel:
“Creció mi admiración de sus virtudes y sus maneras. Mi devoción hacia él se incrementó. En la noche no dormía sin tener su retrato bajo mi almohada, y después comencé a verlo cerca de mí. No sé cómo explicar esto, pero sentía su presencia. Todo el tiempo y en toda acción, el hermano Gabriel venía a mi mente.

Gema, ahora de veinte años, parecía estar en su lecho de muerte. Una novena fue sugerida como la única posibilidad de cura. A la medianoche del 23 de febrero de 1988, escuchó el ruidito de un rosario y comprendió que el venerable Gabriel se estaba apareciendo ante ella. El habló a Gema. “¿Deseas recobrar la salud? Reza con fe cada noche al Sagrado Corazón de Jesús. Yo vendré a ti hasta que la novena se haya terminado, y rezaremos juntos al Sacrantísimo Corazón”.

El primer viernes de marzo la novena terminó. La gracia fue concedida: Gema estaba curada. Al levantarse, aquéllos alrededor de ella lloraron de alegría. Sí, ¡un milagro había sido llevado a cabo!

Gema, ahora en perfecta salud, había deseado siempre ser consagrada monja, pero esto no iba a ser así. Dios tenía otros planes para ella. El 8 de junio de 1988, después de recibir la Comunión, Nuestro Señor dejó a su servidora saber que aquella misma noche le regalaría con una extraordinaria gracia.

Gema fue a casa y rezó. Ella cayó en extasis y sintió un enorme remordimiento por pecar. La bendita Virgen María, a quien Santa Gema era tremendamente devota, se le apareció y le habló: “Mi hijo Jesús te ama más allá de la medida, y desea darte una gracia: yo seré una madre para ti. ¿Serás tú una verdadera hija?”
La bendita Virgen María abrió entonces su manto y cubrió a Gema con él.

Así es como Santa Gema relata cómo recibió los estigmas: “En ese momento Jesús apareció con todas sus heridas abiertas, pero de estas heridas ya no salía sangre, sino flamas. En un instante estas flamas me tocaron las manos, los pies y el corazón. Sentí como si estuviera muriendo, y habría caído al suelo de no haberme sostenido mi madre en alto, mientras todo el tiempo yo permanecía bajo su manto. Tuve que permanecer varias horas en esa posición. Finalmente ella me besó en la frente y desapareció, y yo me encontré arrodillada. Yo aún sentía un gran dolor en las manos, los pies y el corazón. Me levanté para ir a la cama, y me di cuenta de que la sangre estaba brotando de aquellas partes donde yo sentía el dolor. Me las cubrí tan bien como pude, y entonces, ayudada por mi Angel, fui capaz de ir a la cama...” Muchas gentes, incluyendo los respetados eclesiásticos de la Iglesia, fueron testigos de este milagro de los estigmas, los cuales recurrieron durante la mayor parte del resto de su vida. Un testigo declaró: “La sangre salía (de Santa Gema) de sus heridas en gran abundancia. Cuando ella se levantaba, fluía al suelo, y cuando estaba en cama no sólo mojaba las sábanas, sino que saturaba el colchón entero. Yo medí algunos de estos arrollos o estanques de sangre, y eran de entre veinte y veinticinco pulgadas de largo y más o menos dos pulgadas de ancho”.

Como San Francisco de Asís y recientemente el Padre Pío, Gema también puede decir: “Nemo nihi molestus sit. Ego enim stigmanta Dimini Jesu in corpore meo porto”. Ningún hombre me dañe, puesto que llevo las marcas de Nuestro Señor en el cuerpo”.

A los veintiún años de edad, Gema fue acogida por una generosa familia italiana, los Giannini. La familia ya tenía once hijos, pero estaban contentos de darle la bienvenida a esta joven y pía huérfana en su hogar. La madre de la familia, la Señora Cecilia Gianinni diría más tarde de Gema: “Puedo declarar bajo juramento que durante los tres años y ocho meses en que Gema estuvo con nosotros, nunca supe del menor problema en nuestra familia por su causa, y nunca noté en ella el mínimo defecto. Repito: ni el menor problema ni el mínimo defecto”.

Santa Gema diligentemente ayudaba con los quehaceres de la grande familia. Tenía también tiempo para rezar, que era su actividad favorita. A través de la Providencia ella consiguió al bendito Pasionista Padre Germán, C.P., como director espiritual a quien ella era totalmente obediente.

El Padre Germán, un teólogo eminente en cuanto a la oración mística, notó que Gema tenía la más profunda vida de oración y resultante unidad con Dios. El estaba convencido de que su “Gema de Cristo” había pasado por todos los nueve estados clásicos de la vida interior.

Gema iba a misa dos veces al día, recibiendo la comunión en una. Ella rezaba el oración con fe, y por las noches con la Sra. Giannini, iba a las vísperas. En todos sus ejercicios espirituales Neva ni una sola vez descuidó sus quehaceres diarios en la casa de los Giannini.

El ángel guardián de Santa Gema se le aparecía frecuentemente. Los dos conversaban de la misma manera en que se habla entre los mejores amigos. La pureza e inocencia de Gema debe haber atraído a este glorioso ángel desde del cielo hasta su lado. Gema y su ángel con sus alas extendidas o arrodillado a su lado, recitaban juntos jaculatorias o salmos alternadamente. Cuando meditaban sobre la pasión de Nuestro Señor, su ángel la inspiraba con los más sublimes pensamientos de este misterio. Su ángel guardián una vez le dijo sobre la agonía de Cristo: “Mira lo que Jesús ha sufrido por los hombres. Considera sus heridas una por una. Es el amor lo que las abrió todas. Ve lo execrable (horrible) que el pecado es, ya que para expiarlo, tanto dolor y tanto amor han sido necesarios”.

En 1902 Gema, con buena salud desde su cura milagrosa, se ofreció a Dios como víctima por la salvación de las almas. Jesús la aceptó, y ella cayó peligrosamente enferma. No podía pasar ningún alimento. Aunque recobró brevemente la salud a través de la Divina Providencia, rápidamente volvió a caer enferma. El 21 de septiembre de 1902, comenzó a vomitar pura sangre que venía de los espasmos violentos de amor de su corazón. Mientras tanto, pasaba por un martirio espiritual que ella experimentaba como aridez y desconsuelo en sus ejercicios espirituales. Para añadir, el demonio enemigo multiplicaba sus ataques contra la joven “Virgen de Lucca”. Satanás redoblaba la guerra contra Gema porque sabía que su fin se acercaba. El se esforzaba para persuadirla de que había sido enteramente abandonada por Dios, usando sus infernales apariciones e incluso asestando golpes físicos contra su frágil cuerpo. Un testigo que estaba cuidando a Gema dijo: “Aquella bestia abominable será el final de nuestra querida Gema -golpes sordos, formas de animales feroces, etc.- Me alejé de ella con lágrimas porque el demonio la estaba desgastando.”

Gema incesantemente invocaba los nombres sagrados de Jesús y María, aún la batalla se libraba en ella. Su director espiritual, el venerable Fray Germán, en cuanto a la última batalla de Gema, declaró: “La pobre sufriente pasó días, semanas y meses de esta manera, dándonos ejemplo de paciencia heróica y motivos para sentir un benéfico temor a lo que pueda pasarnos, de no tener los méritos de Gema, a la hora de nuestra muerte”.

Aún así, a través de todas estas pruebas, Gema nunca se quejó, solamente oraba. Gema estaba llegando al final. Era prácticamente un esqueleto viviente, pero todavía bello a pesar de los estragos de su enfermedad. Se le administraron los sagrados viáticos. En sus últimas palabras, dijo: “No busco nada más. He hecho a Dios el sacrificio de todo y de todos. Ahora me preparo para morir.” Boqueando, gritó: “Ahora realmente es verdad que nada mío queda, Jesús. ¡Recomiendo mi pobre alma a ti, Jesús!” Gema entonces sonrió y dejando caer la cabeza a un lado, dejó de vivir.

Una de las hermanas presente en su lecho de muerte, vistió el cuerpo de Gema con los hábitos de las Pasionarias, que era la orden a la que Gema siempre había aspirado. Su muerte bendita tuvo lugar el Sábado Santo, 11 de abril de 1903. Gema Galgani tenía veinticinco años.

Las autoridades de la Iglesia comenzaron a estudiar la vida de Gema en 1917, y fue beatificada en 1933. El decreto aprobando los milagros para la canonización fue leido el veintiséis de marzo de 1939, Domingo de Pasión.

Gema Galgani fue canonizada el 2 de mayo de 1940, sólo treinta y siete años después de su muerte.
También le viene bien a esta pequeña gema de Cristo, verdadera Beatriz, en quien el Señor estaba tan complacido que la adornó El mismo"


Cabe destacar que "Gema foi beatificada em 14 de maio de 1933 pelo papa Pio XI, e canonizada pelo papa Pio XII em 2 de maio de 1940".

Imagem e texto extraídos de: 
http://webcatolicodejavier.org/SantaGema.html
http://comunidademissaoatos.com/patronos-da-missao-atos/santa-gema-galgani/

domingo, 16 de janeiro de 2011

Dia do farmacêutico: Porque comemorar?

     Enquanto estive na presidência do sindicato dos farmacêuticos no Estado de São Paulo, quando chegávamos nesta época do ano, próximo a data de comemoração do dia da profissão farmacêutica, preparávamo-nos para responder uma pergunta que a mídia insistia em fazer: Há o que comemorar? (Antes de continuar essa postagem, vale lembrar que nosso dia se deve a fundação da Associação Brasileira de Farmacêuticos, que se deu no dia 20 de janeiro de 1916. Aliás, apesar de ser dia de São Sebastião, consequentemente feriado no Rio de Janeiro, a Santa Padroeira da profissão farmacêutica é Santa Gema Galgani).
     Para responder a pergunta feita pela imprensa, ensaiamos muito diversas respostas que pudessem ser publicadas mas que, principalmente, pudessem gerar orgulho aos profissionais que lessem. Pensando na mesma pergunta feita, penso em algumas questões que fundamentassem a resposta a ser dada. Minha análise se pautaria em pequenas mudanças, sendo que algumas já citei em outras postagens, as quais gostaria de lembrar:
·         Até hoje sinto enorme orgulho quando vejo as propagandas de medicamentos, ao seu final dizendo: “Ao persistirem os sintomas, procurem o médico ou o farmacêutico”. Pode ser pequeno para alguns, mas fico emocionado até hoje.
·         Se ainda não temos o reconhecimento merecido em alguns estabelecimentos farmacêuticos, como farmácias e drogarias, o Projeto de Lei da Senadora Marluce Pinto – que previa não haver necessidade de farmacêuticos em drogarias – já não nos ameaça como antes.
·         A Portaria 316/77 que previa não haver necessidade de farmacêuticos em hospitais com menos de 200 leitos, foi revogada pela Portaria 4283/10, que aprova as diretrizes e estratégias da Farmácia Hospitalar.
·         Temos hoje uma Política Nacional de Assistência Farmacêutica, que em seus princípios, diz: “as ações de Assistência Farmacêutica envolvem aquelas referentes à Atenção Farmacêutica, considerada como um modelo de prática farmacêutica, desenvolvida no contexto da Assistência Farmacêutica e compreendendo atitudes, valores éticos, comportamentos, habilidades, compromissos e co-responsabilidades na prevenção de doenças, promoção e recuperação da saúde, de forma integrada à equipe de saúde. É a interação direta do farmacêutico com o usuário, visando uma farmacoterapia racional e a obtenção de resultados definidos e mensuráveis, voltados para a melhoria da qualidade de vida. Esta interação também deve envolver as concepções dos seus sujeitos, respeitadas as suas especificidades bio-psico-sociais, sob a ótica da integralidade das ações de saúde.”
·         Desde 2003 temos na estrutura do Ministério da Saúde um departamento específico para as ações relacionadas à assistência farmacêutica – DAF/MS.
·         Ampliamos nossa participação no Congresso Nacional, elegendo para o próximo mandato do Senado, uma farmacêutica – Vanessa Grazziotin – do Amazonas.
·         Temos entidades representativas em todos os estados.
·         Passamos recentemente por uma reformulação do currículo profissional, atendendo as demandas da sociedade.
·         Nosso movimento estudantil de farmácia revela, todo dia, estudantes comprometidos com a luta. A atual ENEFAR é motivo de orgulho!

     Enfim, não são poucos os motivos para nos orgulharmos de nossa data. Poderíamos falar de muitos outros, mas também sei que não são poucos os desafios que temos pela frente:

·         Não são poucas as Prefeituras que não possuem farmacêuticos, na quantidade necessária, em seus quadros.
·         O piso salarial farmacêutico, se é verdade que obteve reajustes importantes no último período, ainda está longe do ideal.
·         Precisamos ter o tema “saúde do trabalhador” inserido, de fato, no âmbito das discussões de nossas entidades.
·         Nossa profissão é composta majoritariamente por mulheres, mas não conseguimos incorporar a discussão de gênero em nossa profissão. Tanto que a comemoração é do “Dia do Farmacêutico”. Eu decidi adotar o termo: “Dia da profissão farmacêutica”.
    
     Galgamos um degrau a cada dia. Individualmente ou coletivamente, fazemos nossa parte. Porém, se pudesse responder à imprensa hoje, diria: “Sim. Temos o que comemorar. Assim como ainda não perdemos a capacidade de sonhar”.  Feliz dia da profissão farmacêutica!



quinta-feira, 13 de janeiro de 2011

Participe, de fato, de sua profissão!

Se tem algo fácil na vida é ficarmos bradando contra as mazelas do mundo, no conforto de nossa casa e na distância que a internet, por exemplo, nos oferece. Não são poucos os que vejo reclamando por emails e redes sociais, sendo que tenho sérias dúvidas se já participaram da reunião de uma associação, de uma assembléia de sindicato ou qualquer evento do seu Conselho Profissional, que não necessariamente disponibilizasse, ao final,  um certificado de participação. Um sábio me disse :"Todo mundo quer ir para o céu, mas ninguém quer morrer". Proteger-se por trás do discurso de que  não tem tempo, que trabalha demais ou  que não foi convidado me parece fácil, pois quem quer mudar, busca o caminho da mudança.

Estive na presidência do sindicato dos farmacêuticos do Estado de São Paulo por três gestões. Não foram poucas as assembléias em que contávamos apenas com a participação de membros da diretoria. Foram muitas as negociações salarias em que poucos profissionais se dispuseram a enfrentar o debate, tanto na assembléia, quanto na negociação com o sindicato patronal. Inúmeros profissionais enfrentaram o pagamento das contribuições financeiras ao sindicato, sem ao menos perguntarem sobre a destinação dos recursos arrecadados pela entidade. Bom, perdi a conta do número de colegas que vinham reclamar da anuidade do seu CRF, sendo que nem do processo eleitoral participassem.

Quero um mundo melhor e lutei muito por isso. Desde a época de estudante, participei das minhas entidades representativas: Atlética, Centro Acadêmico, Diretório Acadêmico, entre outras. Quando me formei, procurei a Associação de minha cidade, preenchi minha ficha de filiação ao sindicato e participei dos eventos promovidos pelo CRF-SP. Tive bons professores, tais como: Gilda Almeida de Soua, Eliane Gandolfi, Dirceu Raposo e Dirceu Barbano, entre outros. Pude conviver com Arnaldo Trafani, Pelegrini, Paulo Paes, José Franco de Matos. Agraeço por ter conhecido Maria José Martins (minha amiga Zezé), Maria Eugênia Cury, entre outros. Penso hoje : sou o que sou por tê-los(as) conhecido? Respondo: ajudaram, mas minha vontade de mudar foi determinante.

Esse texto foi escrito num momento em que acompanho debates sobre os rumos da profissão farmacêutica, feita por diversos profissionais a quem declino o devido respeito, mas principalmente por ter recebido a notícia de que o tema do próximo Encontro Nacional dos Estudantes de Farmácia (ENEF) será: "Farmacêutico: a que se destina? Desafios na implementação de um novo currículo".

O grande desafio está em debater, mas juntar. Opinar, mas participar. Não se satisfazer em "trabalhar", mas lutar pelos rumos do trabalho profissional. Tirar conclusões, sem menosprezar as opiniões contrárias. Atuar, atuar e atuar.
Talvez este seja um mero desabafo de um farmacêutico com mais de 20 anos de formado, mas com espirito jovial e devidamente responsável de quem ainda quer atuar! Acertei no que fiz? Não sei. Mas tenho claro que não errei em tentar.
Obrigado pela atenção!!!!!

domingo, 9 de janeiro de 2011

Diretrizes para farmácia hospitalar...e agora?

No dia 31 de dezembro de 2010, último dia de Governo do Presidente Lula e do Ministro José Gomes Temporão, foi publicada a Portaria 4283/2010, que aprova as diretrizes e estratégias da Farmácia Hospitalar. O Grupo de Trabalho para elaboração das diretrizes , do qual participei pelo Departamento de Assistência Farmacêutica/MS, foi nomeada através da Portaria 2139/2010. Foram 5 meses entre a constituição do GT até a publicação de uma Portaria que conseguiu reverter um erro histórico, pois revogou a “tenebrosa” Portaria  GM/MS Nº 316, de 26 de agosto de 1977, publicada no DOU em 14 de setembro de 1977, Seção I - Parte I, pagina 12236. Porque tenebrosa? Pois ela preconizava não haver necessidade de presença de farmacêuticos em hospitais com menos de 200 leitos.

Não quero entrar no mérito da conjuntura da época em que esta Portaria foi apresentada, mas dizer que não havia necessidade de farmacêuticos em hospitais é tão equivocado quanto dizer que não há a necessidade de médicos, enfermeiros, entre outros profissionais de saúde. Só aceito isso quando também não houver e necessidade da presença de pacientes.

A Portaria publicada no Diário Oficial da União no apagar das luzes de um Governo reconhecido pelo incentivo à Assistência Farmacêutica, como foi o Governo Lula, conseguiu recuperar a dignidade dos profissionais que atuam neste setor. Tenho claro que parte dos baixos salários pago aos(as) farmacêuticos(as) que atuam neste setor, se deve a antiga Portaria, pois não foram poucas as liminares concedidas para que hospitais não tivessem esse profissional presente.

Comemorado o ato legislativo, fica agora a responsabilidade das entidades sindicais e dos conselhos profissionais em transformá-la em realidade. A Portaria é um passo importante e não se finda com sua publicação. Precisamos que todos agora, movimentos sociais e profissionais, façam com que as diretrizes apontadas tornem-se realidade.

Este não é o primeiro ato do antigo governo que buscou moralizar a assistência farmacêutica em nosso País. Sempre pautado pela Política Nacional de Assistência Farmacêutica (Resolução 338/2004 do Conselho Nacional de Saúde), diversas outras ações buscaram regulamentar o que é direito da sociedade: acesso racional e com qualidade aos medicamentos. Prova disso foi a criação do Sistema Nacional de Gestão da Assistência Farmacêutica – HORUS, e da  publicação da Diretrizes para estruturação de farmácias no âmbito do Sistema Único de Saúde.

Tenho claro que nenhuma legislação, sistema ou diretriz, serão efetivadas se não forem, de fato, instrumentos de ação de todos os interessados na qualificação da assistência farmacêutica. Quero dizer com isso que publicar tudo o que foi dito, deu trabalho, mas não passará de letra escrita se não forem assumidas por todos(as). Um bom começo é conhecê-las. O próximo passo é levar ao conhecimento da sociedade e, mais uma vez, o controle social tem papel fundamental.

Bom, escrito está....agora, vamos trabalhar por elas???
Para ter acesso aos documentos citados:

Portaria 4283/2010 - Aprova as diretrizes e estratégias para organização, fortalecimento e aprimoramento das ações e serviços de farmácia no âmbito dos hospitais.


Diretrizes para estruturação de farmácias no âmbito do Sistema Único de Saúde.


Sistema Nacional de Gestão da Assistência Farmacêutica – HORUS



Boa leitura...





domingo, 2 de janeiro de 2011

Um farmacêutico na posse de Dilma Rousseff.

Ontem, dia 01/01/2011 (cabalístico não?), tive a oportunidade de, pela primeira vez, assistir a posse de um Presidente da República. Confesso que desde 2002 tinha esse sonho, mas só consegui concretizá-lo no primeiro dia de 2011. Só não imaginava que seria uma posse tão simbólica, pois é a primeira vez que uma mulher assume o cargo mais alto do poder executivo do Brasil, sucedendo o primeiro operário a exercer a presidência da república. Mais simbólico ainda é o fato dele “ter dado certo”.
A posse ocorrer no primeiro dia do ano traz consigo toda a responsabilidade de conseguir atender aos mais variados anseios, que provavelmente, foram temas das orações e pedidos a Iemanjá feitos após a meia-noite. Olhava nos olhos dos presentes e via de tudo: militantes, turistas, filhos de alguns dos citados anteriormente e os que foram desejar boa sorte e dar boas vindas à nova moradora do Palácio da Alvorada. Debaixo de chuva e sol (não necessariamente nesta mesma ordem), fiquei por mais de 6 horas no evento, indo de um lado para o outro. Consegui ficar a pouquíssimos metros do Rolls-Royce que trouxe Dilma Rousseff ao Congresso Nacional. Depois corri até o parlatório com o intuito de poder ver seu primeiro discurso. Foram horas excitantes!
Como farmacêutico, defensor e lutador do SUS, estava presente por poder perceber as mudanças recentes em meu País. No que diz respeito aos avanços na Assistência Farmacêutica comentei em outra postagem. Esse Governo que se encerra conseguiu avançar em áreas as quais considero nobres.
Enquanto acompanhava o evento, passei a observar os que haviam se disposto a estar presente num momento especial da nossa democracia. O que os levava a estar ali? Com toda a certeza não estavam pela simples falta do que fazer. Algo maior os movia. As mulheres penso terem um motivo a mais, afinal de contas, pela primeira vez o gênero se sente representado efetivamente pelo chefe do poder executivo. Neste instante, uma mulher me chamou a atenção. Parada em frente ao posto de primeiros-socorros montado logo abaixo do Pavilhão Nacional, com um jeito humilde, não desgrudava os olhos do telão montado ao lado do Palácio do Planalto. Não me lembro de tê-la visto piscar por alguns instantes. Falsamente protegida pela chuva e agarrada a sua bandeira, aquela mulher de baixa estatura se sentia enorme por poder acompanhar aquilo tudo. Até obter o registro fotográfico que disponibilizo nesta postagem, levei um tempo olhando para ela. O que será que passava por sua mente? Uma prece? Uma esperança sem fim? Seria um simples agradecimento? Bom, algo maior do que o clima a moveu até a Praça dos Três Poderes.
Nos olhos e na posição da distinta mulher milhões de brasileiros estavam representados. Homens e mulheres, ricos e pobres, diferentes raças e credos, todos sem exceção. Mesmo aqueles que só de dirigiam a Dilma, durante e após o processo eleitoral,  como “terrorista”, “divorciada”, “antipática”, também estavam lá representados.
É um novo Governo e um novo ano. Espero que todos possam estar presentes na próxima posse presidencial, satisfeitos como eu e a mulher da foto estavam. E que sigamos os ensinamentos que ela nos passou: empunhemos nossa bandeira sempre, observemos a tudo atentamente e saibamos agradecer.
Feliz 2011!

A foto foi tirada pela pessoa que vos fala.